martes, 9 de noviembre de 2010

La pregunta del millón

La pregunta de millón estos días es ..."¿Le vas a quitar la teta a Sara?". Con variaciones por supuesto, que van desde la orden "Le deberías quitar la teta a Sara", la sugerencia "Pues ya que come de todo, para que luego no coja más celos, podrías irle quitando la teta", y la simple curiosidad.

La lactancia de mi hija está siendo asunto mayor en los mentideros, me parece, por la expectación que está despertando. Creo que sólo tres o cuatro personas no me han preguntado por la lactancia de mi hija. Una mi marido, que tiene claro que eso lo decidimos Sara y yo (y ahora entra en juego también mi ginecólogo), mi hermana Iris (no sé si porque no ha habido oportunidad, en realidad), y mis amigas Maricarmen y Alicia. Alicia también es de las locas que siguen amamantando con su nene mayorcito, así que supongo que ya sabe mi opinión. Maricarmen es tan prudente, que igual tiene curiosidad, pero tiene claro que se trata de un asunto privado, y si yo no inicio la conversación, ella no lo va a hacer, a pesar de ser mi más antigua amiga y probablemente la persona con más confianza para hacerlo.

La pregunta (si es pregunta, la variación imperativa si) no me molesta en absoluto. Aunque la lactancia humana es un acto natural y está recomendada por la OMS y la AEP como mínimo hasta los dos años de edad soy consciente que en nuestro país es rarísimo ver un niño que anda, tiene dientes y come de todo alimentándose del pecho materno. Llevamos los últimos años inmersos en una cultura del biberón que hace que esto tan natural se haya convertido en una excentricidad. Y si la mujer en cuestión se vuelve a quedar embarazada, es ya super rarísimo que continúe amamantando. Lo sé, por lo tanto, entiendo la curiosidad que despierta, y si va acompañada del debido respeto por las decisiones que toma mi familia, contesto gustosa.

La verdad es que no me planteo nada. De hecho, ya lo he explicado en un post anterior, no me creo expectativas con respecto a la lactancia de Sara. De momento estamos las dos cómodas y nos va bien. Cuando eso deje de ser así (por supuesto, siempre y cuando no note contracciones durante las tomas, que es la complicación médica que puede haber compaginando embarazo y lactancia) como es normal, destetaré a Sara. No amamanto a mi hija porque tenga mucho espíritu de sacrificio, que es lo que parece que piensa la mayoría de la gente. Sino muy al contrario, lo hago porque simplemente me encanta hacerlo. Yo lo comparo con estos pequeños preciosos placeres: un buen café, un baño relajante, un buen masaje, un paseo por la playa...¿Alguien renuncia a ellos de forma voluntaria sin un motivo?

Por último, y aunque ya digo que no quiero planterame ninguna meta, pienso que si Sara sigue mamando cuando el/la peque nazca, ella podría estimular mi pecho adecuadamente, y no será necesario el sacaleches si otra vez vuelve a tardar la subida de la leche como cuando nació ella. Pero igual cuando cambie el sabor de la leche a mitad del embarazo ya no quiere mas teta.

Vamos, que lo que intento decir en esta entrada, que me ha quedado larguísima, es que no planeo nada. El embarazo, el nacimiento de mi peque, las necesidades de mi hija, el ritmo de mi familia y mi propio ritmo, marcarán hasta dónde llega la lactancia de Sara. Si algo he aprendido de tener un hijo, es que lo que te planteas a priori no tiene que ver con la realidad que te encuentras. Así que simplemente la realidad decidirá.

5 comentarios:

  1. yo veo bien que sigas con la teta,aprobecha todo el tiempo que puedas,pasa de lo que te diga la gente

    ResponderEliminar
  2. Qué bien te explicas, mujer. Totalmente de acuerdo contigo. Ya contarás la evolución de Sara a la teta durante el embarazo, para ir tomando nota.

    ResponderEliminar
  3. Mea culpa
    Cierto, yo soy una de las personas que te lo ha preguntado, pero cierto también que no ha sido con ninguna mala intención, ni porque me parezca una atrozidad que lo hagas (todo lo contrario), ni por criticar o dejar de hacerlo, ni siquiera por curiosidad, fue por lo mismo por lo que leo tus post dia a dia (y el dia que no llega, lo espero ansiosa), es decir, te considero una "gran maestra" en esto de la maternidad y me gusta saber el por qué se hacen o dejan de hacer las cosas, o cómo se pueden hacer mejor (lo cual no significa que no me parezca bien las mamás que deciden no dar pecho a sus bebés- cada uno sabrá su historia).
    Además consideré que tengo la suficiente confianza contigo (creo y espero) como para, si yo me lo preguntaba... hacerte la pregunta diretamente sin tener que suponer yo nada (vamos, como esa pregunta que te hice a raiz de leer una entrada en el facebook, sabes, no?? )
    pues eso, que supongo que no molestaría, aunque tal vez... no era el momento, y por ello...
    MIL PERDONES!!!!!
    Muchos besicos!!

    ResponderEliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  5. No se que he hecho que me he eliminado un comentario, ole. Repito.
    Gracias por los comentarios.

    Begoña, Si alguna vez me molesta algo te lo digo y punto.Que barbaridad, por supuesto que hay confianza para preguntarme y por supuesto que no me ha molestado ni la pregunta, ni el momento, que si quieres que te diga la verdad, me pareció perfecto: así me evité que me lo preguntaran otras personas, con otras intenciones y quizás de otros modos. NO HAY NADA QUE PERDONAR. Como digo en el post me parece normal que despierte interés.

    ResponderEliminar

Comenta, no te cortes.